Entonces Ayunarán Viernes Cenizas



Entonces Ayunarán

Tiempo  Cuaresma

Viernes Cenizas

Evangelio Diario y Meditación


  •   Oración al Espíritu Santo
Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. 
¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén


+Santo Evangelio

Evangelio según san Mateo  9, 14-15
Se acercaron a Jesús los discípulos de Juan el Bautista y le dijeron: “¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos mucho mientras que tus discípulos no ayunan?”
Jesús les respondió: “¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán”.



+ Meditación Patrística:

Primer Punto:  Pregunta soberbia y vanidad digna de reprensión lo del ayuno. Bajo ningún concepto los discípulos de Juan podían excusarse de pecado, que de esta manera se unían a los fariseos condenados por Juan y que -como los mismos discípulos sabían- calumniaban a Aquel que les fue anunciado por la voz de su maestro. (San Jerónimo)

Segundo Punto: De nuevo apoya Jesús su palabra en comparaciones sencillas, cuando dice: "Nadie cose una pieza de paño burdo en un vestido viejo", etc. Como si dijera: "Aun mis discípulos no son bastante fuertes y por eso necesitan aún de condescendencia; aun no están renovados por el Espíritu y no conviene imponer todo el peso de los preceptos a espíritus así dispuestos". De esta manera enseña a los Apóstoles a recibir con cariño a sus discípulos, sea cualquiera la región a la que pertenezcan. (San Juan Crisóstomo)

 Tercer Punto:  El esposo es Cristo y la esposa la Iglesia; de este espiritual matrimonio han nacido los Apóstoles, que no pueden estar tristes mientras ven al Esposo en el lecho nupcial y saben que está en compañía de la Esposa. Pero cuando hayan pasado las bodas y llegare el tiempo de la pasión y de la resurrección, entonces los hijos del Esposo ayunarán. Y esto es lo que significa: "Vendrán días", etc.
 "Por cuya razón dejará el hombre a su padre y a su madre, y juntarse ha con su mujer": demostrando lo indisoluble del matrimonio con la expresión y juntarse ha. (San Juan Crisóstomo)



+ Mensaje

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración y al ayuno. Ustedes saben, queridos hijos, que con su ayuda Yo puedo hacerlo todo y obligar a Satanás que no siga instigando a nadie al mal y también a que se aleje de este lugar. Queridos hijos, Satanás los acecha a cada uno de ustedes en lo individual. El desea, sobre todo, perturbarlos a todos a través de las cosas cotidianas. Por tanto, los invito, queridos hijos, a hacer que cada uno de sus días sea sólo oración y un abandono total a Dios. Gracias por haber respondido a mi llamado!” (Mensaje, 4 de septiembre de 1986)



  • Coloquio
 Amado Jesús,  tened piedad de mí,  no permitáis que viva más  ingrato a vuestro amor;  dadme luz,  dadme fuerza de vencerlo todo,  para cumplir vuestra voluntad. 
Escuchadme os ruego,  por los méritos de vuestra Pasión.  En esta yo todo lo confío,  y en vuestra intercesión.
¡¡Eterno Padre!  Por amor de Jesucristo aceptad que yo os ame.  Si yo os he enojado,  aplacaos con las lágrimas de Jesús niño,  que os ruega por mí:
Respice in faciem Christi tui.  Yo no merezco gracias,  pero las merece este Hijo inocente,  que os ofrece una vida de penas,  a fin de que Vos uséis conmigo de misericordia. 
Y Vos,  madre de misericordia,  María,  no dejéis de interceder por mí.  Sabéis cuánto confío en Vos,  y yo sé bien que no abandonáis a quien a Vos recurre.



  • Comunión Espiritual:
 “Padre eterno, permitid  que os ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)