El que me ha visto, ha visto al Padre



 Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí


Sábado  IV de Pascua


Evangelio Diario y Meditación



 

 + Oración al Espíritu Santo


 Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. 

¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén




+ Santo Evangelio


Evangelio según San Juan 14,7-14. 

Jesús dijo a sus discípulos: 

"Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto". 

Felipe le dijo: "Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta". 

Jesús le respondió: "Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Como dices: 'Muéstranos al Padre'? 

¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. 

Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras. 

Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre."

Y yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 

Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré."

    




+ Meditación Patrística:


 Primer Punto: La novedad de lo que oía conmovió al apóstol Felipe: es visto como hombre, se proclama Dios, y afirma que, conocido El, es conocido el Padre, y que habiéndolo visto a El se ve al Padre. Felipe prorrumpió con la familiaridad propia de los apóstoles y preguntó: "Díjole Felipe: Señor, muéstranos al Padre y esto nos basta". No le dice que no lo haya visto, sino que le pide le sea mostrado; no le pide que lo muestre a la manera de una visión corporal, sino que le explique de qué manera habría de entender lo que ha visto. Había contemplado al Hijo a través de la humanidad, pero ignora cómo ver al Padre por El. Y así, para demostrar lo que El quería no era una explicación del modo de ver sino de cómo entender, dice: "Y nos basta". (San Hilario)


 Segundo Punto:  Felipe quería contemplar aquí con los ojos carnales al Padre, porque de la misma forma creía ver al Hijo, acaso porque vio en los profetas que dicen: "Porque vi al Señor" (Is 6,1), y por esta causa dice: "Muéstranos al Padre". De igual manera los judíos le preguntaron: ¿Quién es tu Padre? Y Pedro y Tomás le preguntaron a dónde iba, sin que ninguno entendiese su clarísima contestación. Y para que no se crea que Felipe se hacía pesado preguntando también "Muéstranos a tu Padre", añade: "Y esto nos basta", esto es, nada más deseamos saber. El Señor no contesta: "es imposible lo que pides", sino que demuestra que no ha visto ni al Hijo, porque si hubiera podido ver a Este, hubiera visto a Aquél. De aquí que diga: "¿Tanto tiempo he estado con vosotros y no me habéis conocido? Felipe, el que me ve, ve también a mi Padre", etc. No dice: no me habéis visto, sino "no me habéis conocido", bajo el concepto de que el Hijo, permaneciendo igual al Padre, manifiesta muy convenientemente en sí mismo a Aquel que lo engendró. Después, distinguiendo las personas, dijo: "El que me ve, ve a mi Padre", para que nadie diga que el mismo Hijo es también el Padre. También con estas palabras demuestra que ni aun con los sentidos corpóreos había visto al Hijo. Si alguno interpreta esta visión por conocimiento, no me opongo tampoco a ello, como diciendo: "Quien me conoce a mí, conoce a mi Padre". Pero la verdad es que no dijo esto, sino que quiso representar la unidad de esencia, de esta suerte: Quien ve mi sustancia, ve la que asimismo es la del Padre. Por donde claramente se deduce que no es creatura, porque al ver la creatura, no todos ven a Dios. Mas Felipe quería ver la sustancia del Padre, y si Jesús hubiera sido de distinta sustancia, no hubiera dicho: "El que me ve a mí, ve a mi Padre", porque nadie puede ver la naturaleza del oro en la plata, ni ninguna esencia aparece en otra esencia diferente. (San Juan Crisóstomo) 


 Tercer Punto: Y ¿cómo dice "cuanto pidiereis", cuando vemos que muchos fieles piden y no reciben? ¿Acaso es porque piden mal? El que ha de convertir en su daño lo que pide, no lo recibe, por la misma piedad de Dios. ¿Cómo, pues, ha de entenderse "Todo lo que pidiereis, lo haré", si Dios no concede algunas cosas a los que se las piden mirando por su bien? ¿Por ventura se dijo esto solamente a los apóstoles? De ninguna manera, porque más atrás había dicho: "Quien cree en mí, las obras que yo hago, él mismo las hará" ( Jn 14,12). Porque, concretándonos a los mismos apóstoles, vemos que a aquel que hizo más que los otros se le rogó que se apartase de él el espíritu de Satanás, y no consiguió lo que había pedido. Oigase lo que en este lugar se dice: "En mi nombre" (que es Cristo Jesús); Cristo significa Rey, y Jesús, Salvador. Por esta razón todo aquello que pidiéremos en contra nuestra, no es pedido en nombre del Salvador. Porque El es Salvador no sólo cuando concede lo que pedimos, sino también cuando no lo concede, porque más Salvador se muestra cuando deja de hacer aquello que va contra nuestra salvación, a la manera que el médico conoce si lo que pide el enfermo es nocivo o provechoso para su salud. Véase por qué, cuando pedimos algo perjudicial, no concede la petición por acudir a la salvación. También es cierto que muchas cosas que en su nombre pedimos no las concede en el momento que nosotros la pedimos, pero las concede después; las difiere, no las niega. Inmediatamente añade: "Para que sea glorificado el Padre en el Hijo, lo que pidiereis en mi nombre esto haré". Es decir, que el Hijo nada hace sin el Padre, puesto que lo hace para que sea glorificado. (San Agustín)




Mensaje


“¡Queridos hijos! También hoy deseo invitarlos a la oración y al abandono total a Dios. Ustedes saben que Yo los amo y es por amor que he venido aquí, para mostrarles el camino de la paz y la salvación de sus almas. Yo deseo que ustedes me obedezcan y que no permitan a Satanás que los seduzca. Queridos hijos, Satanás es fuerte y por eso les pido sus oraciones y que me las ofrezcan por aquellos que están bajo su influencia, para que sean salvados. Den testimonio con sus vidas y ofrezcan sus vidas por la salvación del mundo. Yo estoy con ustedes y les doy las gracias. En el Cielo, ustedes recibirán el Padre la recompensa que El les ha prometido. Por tanto, hijitos, no se preocupen. Si ustedes oran, Satanás no podrá hacer nada contra ustedes, porque ustedes son hijos de Dios y el cuida de ustedes. Oren! Que el Rosario esté siempre en sus manos como signo para Satanás de que ustedes me pertenecen. Gracias por haber respondido a mi llamado!. (Mensaje, 25 de febrero de 1988)




+ Coloquio


 Dios, Padre nuestro, gracias porque Tú eres nuestro Padre y porque nos has llamado a ser Tus hijos. Gracias porque nos has revelado Tu amor por medio de Jesucristo, Tu Hijo, que se hizo hombre. Te alabamos por la misericordia que nos has mostrado en El. Te damos gracias porque nos has prometido enviarnos a Tu Espíritu Santo y especialmente por habernos enviado a María para que pueda guiarnos en este tiempo de gracia. Te pedimos, oh Dios, Padre nuestro, que abras nuestros corazones y nos liberes de todo lo que nos cierra a Ti. Danos la gracia de regocijarnos con Tu Palabra. Danos la gracia de poder entenderla y aceptar Tu voluntad sin miedo. (Fray Slavko Barbaric, 27 de Noviembre 1997). 


        


+ Comunión Espiritual


 “Padre eterno, permitid  que os ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)







Nadie va al Padre, sino por mí


 Nadie va al Padre, sino por mí


Viernes  IV de Pascua


Evangelio Diario y Meditación


 

 + Oración al Espíritu Santo


 Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. 

¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén




+ Santo Evangelio


Evangelio según San Juan 14, 1-6. 

Jesús dijo a sus discípulos: 

"No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. 

En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. 

Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. 

Ya conocen el camino del lugar adonde voy". 

Tomás le dijo: "Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?". 

Jesús le respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí." 

    




+ Meditación Patrística:


 Primer Punto: Y como los discípulos temían cada uno por sí, luego de decir a Pedro, que era el más fiel y más fervoroso, "No cantará el gallo, sin que me hayas negado tres veces" ( Jn 13,38), se añade: "En la casa de mi Padre hay muchas moradas". Con esto salen de su turbación, seguros y confiados de que después de las tentaciones permanecerían en Dios con Cristo. Porque aunque uno sea más valeroso, más sabio, más justo y más santo que otro, ninguno será desterrado de aquella casa, donde cada uno hallará hospedaje en proporción a sus méritos. Para todos es igual aquel denario que manda dar el padre de familia a los que trabajan en la viña, denario que significa la vida eterna, donde nadie ha de vivir más que otro, porque en la eternidad de la vida no cabe medición. Mas las muchas mansiones significan las diversas dignidades de los méritos en la vida eterna. (San Agustín)


 Segundo Punto:  Sabían el camino, porque conocían al mismo que es el camino. ¿Para qué, pues, añadir lo de verdad y vida sino porque sabido ya por dónde se debía marchar, convenía también saber a dónde se había de marchar? ¿Quiso decir que iba a la verdad y a la vida? Iba a sí mismo por medio de sí mismo. Pero ¿acaso, Señor, para venir a nosotros te habías separado de ti mismo? Porque yo sé que recibiste la forma de siervo y viniste en carne mortal, permaneciendo donde estabas, y a este lugar tornaste sin dejar tampoco aquél al que habías venido. Luego si por esta vía volviste y por ella tornaste, fuiste camino, no sólo para que nosotros fuéramos a ti, sino también para tu venida y tu vuelta. Cuando, pues, te dirigiste a la vida, que eres tú mismo, llevaste tu propia carne de la muerte a la vida. Y así, en tanto que la carne pasa de la muerte a la vida, Cristo viene a la vida. Mas como el Verbo es la vida, Cristo vino a sí mismo. Porque Cristo es una y otra cosa, a saber: el Verbo es carne en la unidad de la persona. Dios había venido a los hombres por medio de la carne; la verdad había venido a los mentirosos. Porque Dios es la verdad, y todo hombre mentiroso. Al separarse, pues, de los hombres para irse allí donde nadie miente, levantando su carne, El mismo se dirigió, en cuanto el Verbo se hizo carne ( Jn 1,14), por sí mismo, esto es, por su carne, a la verdad que es El mismo. Verdad que logró mantener intacta aún después de su muerte entre los mentirosos. Ved cómo, al hablaros cosas que entendéis, me dirijo a vosotros en cierto modo, sin dejarme a mí mismo. Cuando dejo de hablar, vuelvo a mí en cierta manera, y permanezco con vosotros si conserváis los preceptos que habéis escuchado. Si esto puede la imagen que Dios hizo, ¿qué no podrá la imagen nacida del mismo Dios? De aquí que Cristo va a sí por sí mismo, y por sí mismo al Padre, y nosotros por El vamos a El y vamos al Padre. (San Agustín) 


 Tercer Punto: Si, pues, dice: "Yo soy el Señor del que ha de ir al Padre, y a El iréis", etc., no siendo posible ir por otro camino, y habiendo dicho antes: "Nadie puede venir a mí, si mi Padre no lo trajere", diciendo ahora que nadie puede llegar al Padre sino por mí, iguala consigo al que lo engendró. Manifiesta la razón que tuvo al decir: "Sabéis a dónde voy, y sabéis el camino" ( Jn 6,44), con estas palabras: "Si me conocieseis a mí, conoceríais también a mi Padre". Como diciendo: Si conociereis mi sustancia y dignidad, conoceríais también la de mi Padre. Porque aunque lo conocían no era como convenía, hasta que después, con la venida del Espíritu Santo, lo conocieron de una manera perfecta. Por esta causa continúa: "Ahora le conocéis (se refiere a la cognición intelectual), y le habéis visto" (por mí), manifestando que quien a El ve, ve al Padre. Pero lo vieron no en su esencia pura, sino velada por la carne. (San Juan Crisóstomo)




Mensaje

“¡Queridos hijos! Gracias por haber ofrecido al Señor todas sus penas, incluso ahora que El los está probando con los frutos que ustedes están cosechando. Sepan, queridos hijos, que El los ama y por esa razón los pone a prueba. Continúen ofreciendo siempre todos sus sacrificios al Señor y no se preocupen. Gracias por haber respondido a mi llamado!”  (Mensaje, 11 de octubre de 1984)
 



+ Coloquio


 Ayúdanos a vencer nuestra propia voluntad y que nunca más Tu voluntad nos distancie de Ti. Danos la fortaleza para que, a través de nuestra vida, lleguemos a ser apóstoles del amor. Perdónanos por todo lo que no es amor en nosotros. Te pedimos a nombre de todos los bautizados y de todos los que se llaman cristianos que podamos decidirnos por el amor y la paz. Te rogamos que nuestros corazones se abran a la resurrección que Tú, oh Jesús, nos ofreces por medio de Tu Resurrección. María, contigo le pedimos al Señor que nos bendiga a todos, a todos los peregrinos y al mundo entero, a fin de que este año del Espíritu Santo seamos iluminados y que por T u intercesión encontremos el camino al Señor. Por Cristo Nuestro Señor, ¡una feliz Pascua de Resurrección! Amén.  (Fra. Slavko ,  Marzo 27, 1998)


        


+ Comunión Espiritual


 “Padre eterno, permitid  que os ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)






El que reciba al que yo envíe, me recibe a mí


 El que comparte mi pan se volvió contra mí


Jueves IV de Pascua


Evangelio Diario y Meditación


 

 + Oración al Espíritu Santo


 Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. 

¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén




+ Santo Evangelio


Evangelio según San Juan 13,16-20. 

Después de haber lavado los pies a los discípulos, Jesús les dijo: 

"Les aseguro que el servidor no es más grande que su señor, ni el enviado más grande que el que lo envía. 

Ustedes serán felices si, sabiendo estas cosas, las practican. 

No lo digo por todos ustedes; yo conozco a los que he elegido. Pero es necesario que se cumpla la Escritura que dice: El que comparte mi pan se volvió contra mí. 

Les digo esto desde ahora, antes que suceda, para que cuando suceda, crean que Yo Soy. 

Les aseguro que el que reciba al que yo envíe, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me envió".

    




+ Meditación Patrística:


 Primer Punto: Existe entre muchos esta costumbre de humildad, cuando mutuamente se reciben en hospedaje. Y hacen esto los hermanos unos con otros aun de una manera visible. Y así será mejor, y sin género de controversia más conforme a la verdad, el que se haga de mano propia, para que ningún cristiano se desdeñe en hacer lo que practicó Cristo. Porque al inclinar la cerviz delante de un hermano, despertamos en su corazón los efectos de humildad, o si ya los tenía los hacemos más fervorosos. Pero, prescindiendo de este sentido moral, ¿podrá, acaso, alguien librar a su hermano del contagio del pecado? De esta manera, confesémonos mutuamente nuestros pecados; perdonémonos los unos las faltas de los otros; oremos mutuamente para que nos sean perdonados, y así mutuamente nos lavemos los pies. (San Agustín)


 Segundo Punto:  Después, para no llenar de tristeza a muchos con sus palabras, añade: "Pero para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantará su pie contra mí", manifestando que no era entregado ignorantemente, cosa que era muy suficiente para retener a Judas. Y no dijo me entregará, sino "levantará contra mí su pie", queriendo desfigurar el engaño y el ocultamiento de las asechanzas.

Y dijo: "Quien come conmigo pan", esto es, quien ha sido alimentado por mí, el que comió en mi mesa; para que no nos escandalicemos jamás si sufrimos alguna injuria de los criados o de personas de inferior calidad, atendiendo al ejemplo de Judas que, habiendo gozado de bienes infinitos, pagó tan mal a su bienhechor. (San Juan Crisóstomo) 


 Tercer Punto: Porque el que recibe al que envía Jesús, recibe al mismo Jesús, que existe en su enviado. Mas el que recibe a Jesús, recibe al Padre. Luego, el que recibe al que envía Jesús, recibe al Padre que envía. También puede entenderse de este otro modo: El que recibe a quien yo enviare, se hace digno de recibirme a mí. Mas el que me recibe no por intermediación del apóstol que yo enviaré, sino que me recibe a mí cuando me dirijo a las almas, recibe también al Padre, de tal modo, que no sólo yo moro en él, sino también el Padre. (Orígenes)




+ Mensaje


“¡Queridos hijos! También hoy deseo invitarlos a la oración y al abandono total a Dios. Ustedes saben que Yo los amo y es por amor que he venido aquí, para mostrarles el camino de la paz y la salvación de sus almas. Yo deseo que ustedes me obedezcan y que no permitan a Satanás que los seduzca. Queridos hijos, Satanás es fuerte y por eso les pido sus oraciones y que me las ofrezcan por aquellos que están bajo su influencia, para que sean salvados. Den testimonio con sus vidas y ofrezcan sus vidas por la salvación del mundo. Yo estoy con ustedes y les doy las gracias. En el Cielo, ustedes recibirán el Padre la recompensa que El les ha prometido. Por tanto, hijitos, no se preocupen. Si ustedes oran, Satanás no podrá hacer nada contra ustedes, porque ustedes son hijos de Dios y el cuida de ustedes. Oren! Que el Rosario esté siempre en sus manos como signo para Satanás de que ustedes me pertenecen. Gracias por haber respondido a mi llamado!. (Mensaje, 25 de febrero de 1988)




+ Coloquio


 Dios, Padre nuestro, gracias porque Tú eres nuestro Padre y porque nos has llamado a ser Tus hijos. Gracias porque nos has revelado Tu amor por medio de Jesucristo, Tu Hijo, que se hizo hombre. Te alabamos por la misericordia que nos has mostrado en El. Te damos gracias porque nos has prometido enviarnos a Tu Espíritu Santo y especialmente por habernos enviado a María para que pueda guiarnos en este tiempo de gracia. Te pedimos, oh Dios, Padre nuestro, que abras nuestros corazones y nos liberes de todo lo que nos cierra a Ti. Danos la gracia de regocijarnos con Tu Palabra. Danos la gracia de poder entenderla y aceptar Tu voluntad sin miedo. (Fray Slavko Barbaric, 27 de Noviembre 1997)


        


+ Comunión Espiritual:


 “Padre eterno, permitid  que os ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)









Y el que me ve, ve al que me envió



 Y el que me ve, ve al que me envió


Miércoles IV de Pascua


Evangelio Diario y Meditación


 

 + Oración al Espíritu Santo


 Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. 

¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén




+ Santo Evangelio


Evangelio según San Juan 12, 44-50.

Jesús exclamó: «El que cree en mí, en realidad no cree en mí, sino en aquel que me envió.

Y el que me ve, ve al que me envió.

Yo soy la luz, y he venido al mundo para que todo el que crea en mí no permanezca en las tinieblas.

Al que escucha mis palabras y no las cumple, yo no lo juzgo, porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvarlo.

El que me rechaza y no recibe mis palabras, ya tiene quien lo juzgue: la palabra que yo he anunciado es la que lo juzgará en el último día.

Porque yo no hablé por mí mismo: el Padre que me ha enviado me ordenó lo que debía decir y anunciar; y yo sé que su mandato es Vida eterna. Las palabras que digo, las digo como el Padre me lo ordenó».

    




+ Meditación Patrística:


 Primer Punto: Como el hombre era el que aparecía en el momento en que Dios se ocultaba, con el fin de que no pensasen ellos que El era solamente lo que parecía, y queriendo que le creyesen tal como a su Padre y tan grande como El, dice: "Quien cree en mí, no cree en mí (esto es, en lo que ve) sino en Aquel que me envía" (esto es, en el Padre). Y en efecto, el que cree que el Padre no tiene más que hijos adoptivos según la gracia, y que no tiene un Hijo igual a El y coeterno, ése no cree en el Padre que lo ha enviado, porque el Padre que lo ha enviado no es lo que él cree. Pero para que no pensasen que quería hablar del Padre como de un padre de muchos hijos por la gracia y no del Verbo único que es igual a El, añade al punto: "El que me ve a mí", etc. Como diciendo: Tan ninguna diferencia hay entre El y entre mí, que aquel que me ve a mí, ve al que me ha enviado. Ciertamente el mismo Señor es el que envió a los apóstoles y, sin embargo, ninguno de ellos se atrevió jamás a pronunciar estas palabras: "El que cree en mí". Porque creemos al apóstol, pero no creemos en el apóstol. Con razón el Hijo unigénito dice: "Quien cree en mí no cree en mí, sino en Aquel que me envió", con cuyas palabras El no destruye la fe del creyente; antes por el contrario, eleva esta misma fe más allá de la forma de siervo. (San Agustín)


 Segundo Punto:  El Padre dio el mandato, pero no porque el Hijo no lo tuviese, pues en la sabiduría del Padre, es decir en el Verbo del Padre, están todos los mandatos del Padre. Pero aún así se dice que el mandato le ha sido dado, pues El, a quien se da este mandato, no es por sí mismo. Y dar al Hijo aquello sin lo cual nunca ha estado significa lo mismo que engendrar al Hijo, que nunca no ha existido. (San Agustín)


 Tercer Punto: Si, pues, vida eterna es el Hijo y vida eterna es el mandato del Padre, ¿qué otra cosa se ha dicho sino yo soy el mandato del Padre? A esto obedece lo que añade: "Así, lo que yo hablo, lo hablo tal como dijo mi Padre". Y las palabras me dijo no deben entenderse en el sentido de que hubiese hablado a su Hijo único por medio de palabras. Habló el Padre al Hijo de la misma manera que le dio vida, no porque ignoraba o no tenía, sino porque era el Hijo mismo. ¿Qué otra cosa significa "según me dijo, así hablo", sino yo que soy el Verbo hablo? El me habló de esta manera porque es veraz, y yo así hablo porque soy la verdad. El Veraz engendró a la Verdad. ¿Qué podría entonces haber dicho a la verdad? Pues la Verdad no es imperfecta, como para que se le pueda añadir algo. (San Agustín)




+ Mensaje


“¡Queridos hijos! También hoy deseo invitarlos a la oración y al abandono total a Dios. Ustedes saben que Yo los amo y es por amor que he venido aquí, para mostrarles el camino de la paz y la salvación de sus almas. Yo deseo que ustedes me obedezcan y que no permitan a Satanás que los seduzca. Queridos hijos, Satanás es fuerte y por eso les pido sus oraciones y que me las ofrezcan por aquellos que están bajo su influencia, para que sean salvados. Den testimonio con sus vidas y ofrezcan sus vidas por la salvación del mundo. Yo estoy con ustedes y les doy las gracias. En el Cielo, ustedes recibirán el Padre la recompensa que El les ha prometido. Por tanto, hijitos, no se preocupen. Si ustedes oran, Satanás no podrá hacer nada contra ustedes, porque ustedes son hijos de Dios y el cuida de ustedes. Oren! Que el Rosario esté siempre en sus manos como signo para Satanás de que ustedes me pertenecen. Gracias por haber respondido a mi llamado!. (Mensaje, 25 de febrero de 1988)




+ Coloquio


 Dios, Padre nuestro, gracias porque Tú eres nuestro Padre y porque nos has llamado a ser Tus hijos. Gracias porque nos has revelado Tu amor por medio de Jesucristo, Tu Hijo, que se hizo hombre. Te alabamos por la misericordia que nos has mostrado en El. Te damos gracias porque nos has prometido enviarnos a Tu Espíritu Santo y especialmente por habernos enviado a María para que pueda guiarnos en este tiempo de gracia. Te pedimos, oh Dios, Padre nuestro, que abras nuestros corazones y nos liberes de todo lo que nos cierra a Ti. Danos la gracia de regocijarnos con Tu Palabra. Danos la gracia de poder entenderla y aceptar Tu voluntad sin miedo. (Fray Slavko Barbaric, 27 de Noviembre 1997)


        


+ Comunión Espiritual:


 “Padre eterno, permitid  que os ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)



 


Yo les doy Vida eterna




 Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen


Martes IV de Pascua


Evangelio Diario y Meditación


 


 + Oración al Espíritu Santo


 Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. 

¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén




+ Santo Evangelio


Evangelio según San Juan 10,22-30. 

Se celebraba entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, 

y Jesús se paseaba por el Templo, en el Pórtico de Salomón. 

Los judíos lo rodearon y le preguntaron: "¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si eres el Mesías, dilo abiertamente". 

Jesús les respondió: "Ya se lo dije, pero ustedes no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. 

Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen. 

Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos. 

Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. 

El Padre y yo somos una sola cosa".    




+ Meditación Patrística:


 Primer Punto: No pudiendo recriminar en nada sus acciones, andaban en acecho para cogerlo en las palabras. Y mira su perversidad. Cuando El les instruye con palabras, le dicen: "¿Qué milagro nos muestras?" Y cuando El se lo manifiesta con las obras, le dicen: "Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente", estando siempre en continua contradicción. Llenas de odio estaban las palabras que le dirigían: "Dínoslo abiertamente", y sin embargo, El lo decía todo en público, hallándose presente siempre a las solemnidades, y jamás hablaba nada en secreto. Mas con estas palabras intentan adularle, diciéndole después: "Hasta cuándo nos acabas el alma", provocándolo de este modo para ver si podían hacerle caer en algún lazo. (San Juan Crisóstomo)


 Segundo Punto:  Como el sentimiento de la caridad se había resfriado en el corazón de los judíos, y el afán de hacer mal se había despertado en su alma, no se acercaban tocados de la fe, sino que perseguían movidos por la rabia: "Y los judíos le cercaron y le dijeron: ¿hasta cuándo nos acabas el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente". Hablaban así los judíos, no por el deseo de saber la verdad, sino para preparar el camino a la calumnia. (San Agustín)


 Tercer Punto: No por su crecimiento y desarrollo, sino por su nacimiento, es igual al Padre el que desde la eternidad nació Hijo del Padre, Dios de Dios. "Esto es lo que me dio el Padre", lo que es sobre todas las cosas, a saber: que yo soy su Verbo, que yo soy su Hijo único, que yo soy el brillo de su luz. "Y ninguno puede arrebatar las ovejas de mi mano", porque tampoco nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre: "Y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre". Si por mano entendemos el poder, uno es el poder del Padre y del Hijo, porque es una la Divinidad. Si por mano entendemos al Hijo, la mano del Padre es el Hijo mismo; lo que no decimos porque Dios tenga miembros corporales, sino porque Dios ha hecho todas las cosas por su Hijo. (San Agustín)




+ Mensaje


“¡Queridos hijos! También hoy deseo invitarlos a la oración y al abandono total a Dios. Ustedes saben que Yo los amo y es por amor que he venido aquí, para mostrarles el camino de la paz y la salvación de sus almas. Yo deseo que ustedes me obedezcan y que no permitan a Satanás que los seduzca. Queridos hijos, Satanás es fuerte y por eso les pido sus oraciones y que me las ofrezcan por aquellos que están bajo su influencia, para que sean salvados. Den testimonio con sus vidas y ofrezcan sus vidas por la salvación del mundo. Yo estoy con ustedes y les doy las gracias. En el Cielo, ustedes recibirán el Padre la recompensa que El les ha prometido. Por tanto, hijitos, no se preocupen. Si ustedes oran, Satanás no podrá hacer nada contra ustedes, porque ustedes son hijos de Dios y el cuida de ustedes. Oren! Que el Rosario esté siempre en sus manos como signo para Satanás de que ustedes me pertenecen. Gracias por haber respondido a mi llamado!. (Mensaje, 25 de febrero de 1988)




+ Coloquio


 Dios, Padre nuestro, gracias porque Tú eres nuestro Padre y porque nos has llamado a ser Tus hijos. Gracias porque nos has revelado Tu amor por medio de Jesucristo, Tu Hijo, que se hizo hombre. Te alabamos por la misericordia que nos has mostrado en El. Te damos gracias porque nos has prometido enviarnos a Tu Espíritu Santo y especialmente por habernos enviado a María para que pueda guiarnos en este tiempo de gracia. Te pedimos, oh Dios, Padre nuestro, que abras nuestros corazones y nos liberes de todo lo que nos cierra a Ti. Danos la gracia de regocijarnos con Tu Palabra. Danos la gracia de poder entenderla y aceptar Tu voluntad sin miedo. (Fray Slavko Barbaric, 27 de Noviembre 1997)


        


+ Comunión Espiritual:


 “Padre eterno, permitid  que os ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)





Para que no se escandalicen




Para que no se escandalicen


Lunes VI de Pascua


Evangelio Diario y Meditación



 

+ Oración al Espíritu Santo


 Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. 

¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén




+ Santo Evangelio


Evangelio según san Juan 15, 26—16, 4

A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: Cuando venga el Paráclito que Yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, Él dará testimonio de mí.

Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio. Les he dicho esto para que no se escandalicen. 

Serán echados de las sinagogas, más aún, llegará la hora en que los mismos que les den muerte pensarán que tributan culto a Dios. Y los tratarán así porque no han conocido ni al Padre ni a mí.

Les he advertido esto para que cuando llegue esa hora, recuerden que ya lo había dicho.

No les dije estas cosas desde el principio, porque Yo estaba con ustedes.


     



+ Meditación Patrística:


 Primer Punto: Como si dijera: Me aborrecieron y mataron a los que dieron testimonio de mí; pero será tal el testimonio que de mí dará el Paráclito, que hará creer en mí a los que no me vieron. Así como El dará testimonio de mí, así vosotros lo daréis en vuestros corazones y en vuestra predicación. El, inspirando y vosotros haciendo oír vuestra voz. Porque vosotros, que habéis estado conmigo desde el principio, podréis predicar lo que conocéis, lo cual no hacéis ahora porque no tenéis aún la plenitud de aquel Espíritu. La caridad de Dios, difundida en vuestros corazones por el Espíritu Santo, os dará valor para dar testimonio. El Espíritu Santo, dando testimonio y mucho valor a los testigos, libró del temor a los amigos de Cristo, y convirtió en amor el odio de sus enemigos. (San Agustín)


 Segundo Punto: Después de haberles prometido el Espíritu Santo, cuya operación los convertiría en testigos, añadió: "Esto os he dicho para que no os escandalicéis". Cuando la caridad de Dios es infundida en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado ( Rom 5,5), nace mucha paz en los que aman la ley de Dios ( Sal 118,165), para que en ellos no haya escándalo. Después, declarando lo que habrían de padecer, dijo: "Os echarán de las sinagogas". (San Agustín) 


 Tercer Punto: Les predijo también que padecerían toda clase de aflicciones, pero no añadió que su muerte sería considerada como culto tributado a Dios, que era lo que más podía aterrarles; o bien porque había dicho antes lo que les harían sufrir los gentiles, añadió aquí lo que harían los judíos. (San Juan Crisóstomo)




• Mensaje


“Queridos hijos, ¡grande es el amor de mi Hijo! Si conocierais la grandeza de su amor, no dejaríais de adorarlo y agradecerle. Él está siempre vivo con vosotros en la Eucaristía, porque la Eucaristía es su Corazón. La Eucaristía es el corazón de la fe. 

Él nunca os ha abandonado: aun cuando habéis procurado alejaros de Él, Él de vosotros no se ha alejado. Por eso mi Corazón materno se siente feliz cuando ve que, llenos de amor, regresáis a Él; cuando veo que acudís a Él por el camino de la reconciliación, del amor y de la esperanza. 

Mi Corazón materno sabe que, cuando vosotros emprendéis el camino de la fe, sois brotes, capullos, pero, con la oración y el ayuno, seréis frutos, mis flores, los apóstoles de mi amor. Seréis portadores de luz e iluminareis, con amor y sabiduría, a todos alrededor vuestro. 

Hijos míos, como Madre os pido: orad, reflexionad, contemplad. Todo lo hermoso, doloroso, alegre, santo, que os ocurre, os hace crecer espiritualmente; hace que en vosotros crezca mi Hijo. Hijos míos, abandonaos en Él, creedle a Él, confiad en Su amor; que sea Él quien os guíe. Que la Eucaristía sea el lugar donde alimentéis vuestras almas, y luego difundid el amor y la verdad, y testimoniad a mi Hijo. ¡Os doy las gracias! ” (Mensaje 2 de Febrero 2020)




• Coloquio


Dios, Padre nuestro, danos la gracia de que continuamente Te alabemos y Te glorifiquemos por el amor que nos muestras. Te alabamos y Te damos gloria por los 16 años de la presencia de María con nosotros. Te alabamos y Te glorificamos por cada aparición y cada mensaje que nos has dado. Nosotros, junto con María Reina de la Paz, Te pedimos que nos des a todos la gracia de poder ser portadores de la paz. A través de Tu Santo Espíritu, abre nuestros corazones para que puedan estar abiertos a Ti, para que podamos ser Tus amigos y pasemos más tiempo Contigo. Libéranos de todo lo que aún nos impide realizar una auténtica amistad Contigo. Libéranos de todo lo que impide a nuestros corazones y a nuestras familias estar en paz. Libéranos de todo lo que nos impide estar en paz Contigo. Libéranos de nuestro orgullo, egoísmo y desconfianza de unos con otros, sana nuestras heridas, libéranos de nuestro enojo contra Ti y que proviene de nuestras heridas. Llénanos a cada uno, a la Iglesia entera y al mundo entero del espíritu de oración y que la oración sea el fundamento de nuestra paz. (Fr. Slavko, 28 de Junio 1998).




+ Comunión Espiritual


 “Padre eterno, permitid  que os ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado.I Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)