Es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto




Es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto

Exaltación de la Santa Cruz


Evangelio Diario y Meditación

+Santo Evangelio

Evangelio según San Juan 3,14-21. 
Dijo Jesús: 
De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna. 
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. 
Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.» 
El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. 
En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. 
Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas. 
En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios. 


+Meditación:


San Agustín:

Muchos morían en el desierto por las mordeduras de las serpientes. Y por ello Moisés, por orden de Dios, levantó en alto una serpiente de bronce en el desierto; cuantos miraban a ésta, quedaban curados en el acto. La serpiente levantada representa la muerte de Cristo, de la misma manera que el efecto se significa por la causa eficiente. La muerte había venido por medio de la serpiente, la que indujo al hombre al pecado por el cual había de morir; mas el Señor, aun cuando en su carne no había recibido el pecado, que era como el veneno de la serpiente, había recibido la muerte, para que hubiese pena sin culpa en la semejanza de la carne del pecado, por lo cual en esta misma carne se paga la pena y la culpa.
Así como en otro tiempo quedaban curados del veneno y de la muerte todos los que veían la serpiente levantada en el desierto, así ahora el que se conforma con el modelo de la muerte de Jesucristo por medio de la fe y del bautismo, se libra también del pecado por la justificación, y de la muerte por la resurrección. Y esto es lo que dice: "Para que todo aquél que cree en El no perezca, sino que tenga vida eterna". ¿Y para qué se necesita que la muerte de Jesucristo se compare con el bautismo del niño, si no ha sido envenenado éste aún por la mordedura de la serpiente?


San Juan Crisóstomo:

    Como había dicho: "Conviene que sea levantado el Hijo del hombre", en lo que daba a conocer ocultamente su muerte. Y para que el que oía no se entristeciese por estas palabras, creyendo que era humano cuanto a El se refería, y para que no creyese que su muerte no sería saludable, dijo, como para rectificar, cuando había insinuado que el Hijo de Dios sería entregado a la muerte, que su muerte sería la que alcanzaría la vida eterna. Por esto dice: "Porque de tal modo amó Dios al mundo, que dio a su Hijo Unigénito". No os admiréis de que yo deba ser levantado para que vosotros os salvéis, porque así agradó esto al Padre que tanto os amó, y que por estos siervos ingratos e indiferentes dio a su mismo Hijo. Y al decir: "De tal manera amó Dios al mundo", indicó la inmensidad de su amor, habiendo necesidad de reconocer aquí una distancia infinita. El que es inmortal, El que no tiene principio, El que es la grandeza infinita, amó a los que están en el mundo, que son de tierra y ceniza, y están llenos de infinitos pecados. Lo que pone a continuación demuestra la cualidad de su amor; porque no dio un siervo, ni un ángel, ni un arcángel, sino su propio Hijo. Por esto añade: “Unigénito".



+ Mensaje


 “Queridos hijos: también hoy mi Corazón materno os invita a la oración, a vuestra relación personal con Dios Padre, a la alegría de la oración en Él. Dios Padre no está lejos de vosotros ni os es desconocido. Él se os ha manifestado por medio de mi Hijo y os ha dado la vida, que es mi Hijo. Por eso, hijos míos, no cedáis a las tentaciones que quieren separaros de Dios Padre. ¡Orad! No intentéis tener familias y sociedades sin Él. ¡Orad! Orad para que vuestros corazones sean inundados por la bondad que proviene sólo de mi Hijo, que es la verdadera bondad. Solamente los corazones llenos de bondad pueden comprender y aceptar a Dios Padre. Yo continuaré guiándoos. Os pido de manera especial que no juzguéis a vuestros pastores. Hijos míos, ¿acaso habéis olvidado que Dios Padre los ha llamado a ellos? ¡Orad! Gracias! ”  (Mensaje, 2 de octubre de 2011) 




+ Coloquio



 ¡Os doy gracias ¡Oh Corazón afligido y enamorado de mi Señor!  Os doy gracias,  y os compadezco especialmente de ver que tanto padecisteis por los hombres,  y estos tan poco os compadecen.

¡Oh Amor Divino! ¡Oh ingratitud humana! Atended como Él está rogando e intercediendo por vosotros cerca del Eterno Padre: miradle y amadle.

¡Oh! Mi Redentor! ¡Cuán pocos son los que piensan en vuestros dolores y en vuestro amor!  ¡Oh Dios! ¡Cuán pocos son los que os aman! Pero ¡miserable de mí!  Que también he vivido por tantos años olvidado de Vos!  Habéis padecido tanto para que os amase, ¡y nada os he amado!  Perdonadme Jesús mío,  perdonarme,  que ya quiero enmendarme y quiero amaros. 






+Comunión Espiritual:

De Santa Margarita María Alacoque

  “Padre eterno, permitid  que os  ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado.” Amén.